Friday, February 19, 2021

Abejas heráldicas


Comparándolas con la imagen heráldica de la flor de lis, pondera Quevedo en un soneto, la productividad de las abejas, opuesta a las calamidades de la guerra.

En un cuarteto escribe:

              Pequeños jornaleros de la tierra,

              abejas, lises ricas de colores,

              los picos y las alas con la flores

              saben hacer panales, mas no guerra.   



                               

Saturday, February 13, 2021

Ovidio y el tópico de lo inefable

Es lugar común entre los poetas--pero no por eso menos válido--lamentarse de no tener palabras para expresar lo que captan visionariamente.

Ha de ser una frustrante experiencia poética saberse incapaz de decir lo que se quiere decir, lo que se siente como necesario decir y no hay modo de decirlo. 

El poeta enmudece al enfrentarse a lo inefable. 

Recuperar el habla para expresar tal mudez ha sido desde antiguo un motivo lírico tan acudido por poetas y escritotres que entre los clásicos llegó a constituir un tópico imprescindible.

Y no por nada continúa siéndolo todavía hoy entre nosotros.

Hay en Las metamorfosis de Ovidio un pasaje en que un personaje narrador expresa su incapacidad para hablar del sufrimiento de unos personajes trágicos; y lo hace con tal vehemencia que merece citarlo. 

Una versión muy libre, es decir una paráfrasis del pasaje de Ovidio, traduciría más o menos así el original latino:

Ni siquiera si algún dios me hubiese dado un centenar de bocas, cada una con su propia lengua; ni si me hubiese dotado del genio necesario para tratar de tal situación; ni si me hubiese otorgado el monte Helicón, el de las musas y su inspiración; ni siquiera así habría podido describir el triste destino de las suplicantes.

Con la hipérbole, ademas, se insiste en la impotencia del creador limitado en lo que lo que precisamente lo define como poeta: el uso efectivo de la palabra.

Thursday, February 4, 2021

Boecio y la luz


Al acabarse la noche, desapareció la oscuridad que me rodeaba y mis ojos recuperaron su capacidad original.

De modo no muy diferente al de las nubes que se agrupan al soplar del viento de tormenta, cuando el cielo parece detenerse con su carga de nubarrones de lluvia y oculta al sol, y asemeja una oscura noche sobre la tierra, aun cuando no haya llegado al horizonte la estrella de la tarde. 

Pero si el viento norte, surgiendo de sus tierras de Tracia azota con sus alas aquella tiniebla y deja en libertad al día aprisionado, brotan doquiera torrentes de luz y Febo hiere con los dardos de sus rayos los ojos que asombrados lo contemplan.

Valga esta paráfrasis de uno de los poemas del libro Sobre el consuelo de la filosofía de Boecio como ejemplo del uso que el filósofo hace de los recursos poéticos para expresarse. En este caso acude al consabido símil de la luz que rompe las tinieblas para representar el entendimiento.